Al final no hubo cena en Samos, ni visita a Coruña. Mi visita por Sarria ha consistido, básicamente, en salir de fiesta. El viernes sí hubo visita panorámica a la villa desde el coche, conociendo los lugares turísticos y de interés general (o particular, según). Después café en el Xarope y vinos con tapas. Luego reunión de chicas, decidir qué nos ponemos y de nuevo al Xarope. Y resulta que hay concierto y por eso está medio vacío, así que nos vamos al Planeta. Todo el mundo bailando y saltando y Marisa se ríe porque yo me quedo sorprendida... Copas arriba, copas abajo, un licor café que no me gusta y que regalo, conversaciones sobre Madrid, sobre mi acento, sonrisas, miradas... Y luego otro bar, dedicatorias de canciones y las luces se encienden para recordarnos que en algún momento habrá que dormir.
Nos levantamos tarde, comemos tarde, pensamos qué hacer... Visita al sobrino de Lucía, más cafés en el Xarope, compras para la cena, de nuevo reunión de chicas, sms que no sé si mandar en gallego. Y llegamos a la cena y todo el mundo tiene cara de cansancio porque llevan toda una semana de fiesta, pero nos ponemos a jugar a juegos de niños para borrachos y el ambiente se anima. Y otra vez al Xarope, y excursiones nocturnas, a pesar del frío, y más locales y una espera larguísima que termina en un coche de vuelta a casa. Hoy más tarde que ayer, ya está amaneciendo.
El tercer día se resume de nuevo en comer, dormir y Xarope. Y promesas de volver, no sé si todos los puentes, pero volver y visitar A Coruña e invitaciones a que visiten Madrid. Y bus de vuelta. Mezcla de insomnio con sueño profundo, y Madrid parece una ciudad extraña después de estos días fuera, aunque hayan sido pocos. Me siento como si de nuevo volviese a casa después de una noche de fiesta, en taxi desde Cibeles, pero con una maleta...
Monday, 9 April 2007
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