El café me hace efecto tarde y en exceso. Es mentira que a más horas de estudio más consiga estudiar porque me cunden mucho más las tardes de tres horas que las de seis. Quiero que llegue el 15 de febrero. Me da igual lo que pase a partir de entonces, pero que llegue YA, por favor...

Tengoqueestudiar(mucho)

Mi mente no quiere estudiar, está bloqueada. A ratos se pone triste y quiere llorar, pero yo no dejo que lo haga. Otros ratos se pone a soñar, pero intento que eso tampoco lo haga demasiado porque no es el momento. A ratos tiene pensamientos que no me gustan nada, otros me hace sonreír. Tengo seis exámenes en las próximas tres semanas...

...y ninguna gana de estudiar.

Salamanca

De todas las cosas que pasaron hace más o menos un año hay pocas que me gustaría volver a vivir. Una de ellas es, sin duda alguna, el viaje a Salamanca...:-)

Premios Goya

La gala de los Goya suele ser pesada, pero este año aún lo está siendo más porque la dan en diferido para poder añadir más publicidad. El resultado es que cada dos premios nos plantan diez minutos de anuncios y una ya se olvida de los galardones entregados y de quiénes han sido los premiados... Con tanta publicidad me he puesto a pensar que hace siete años estaba yo en esa ceremonia. Las entradas fueron un regalo que llegó dos días antes en un sobre que mi tía me dejó en la mesa del comedor. En ese momento me puse histérica. Recuerdo que tenía un examen al día siguiente y casi no dormí debido a la mezcla del estudio y la excitación. El vestido me lo dejó mi tía y el peinado me lo hicieron en mi peluquería favorita... No está bien que yo lo diga, pero iba muy guapa. Tenía solo quince años y aquello era como un pequeño sueño hecho realidad. Ahora estoy a punto de terminar Comunicación Audiovisual y, aunque todavía esté muy lejos de todo ese mundo, cada vez va siendo algo un poquito más cercano. Por cierto, la Gala a la que asistí era la número XIV y los que me conocen saben la extraña relación que tengo yo con ese número...

PD: Me encanta que haya ganado Daniel Sánchez Arévalo y que AzulOscuroCasiNegro se esté llevando tantos premios.

Guiones, apuntes y cuentas anuales

Mi carrera tiene una mezcla extraña de asignaturas y lo mismo me estudio la cifra neta de negocio de la Ser, como escribo un corto sobre una pareja que se conoce, se enamora y se desenamora en el mismo banco de un andén de metro, o la pequeña historia de una niña que viaja en un avión. Por su puesto, lo segundo me gusta mucho más que lo primero, pero no me queda más remedio que memorizar datos absurdos si algún día quiero dedicarme solo a algo que me guste.

Ya está...

A mi coche ya le han dado el alta y ha salido del taller con cuatro neumáticos nuevos. La denuncia está ya puesta y mi pequeño descansa en algún lugar secreto donde los malvados asesinos de ruedas no lo puedan encontrar...

Vudú

Lo he pensado y lo haré mejor,
la tortura no es la solución.
Me he informado y pienso hacer vudú,
nadie lo merece como tú.
Coso tu muñeco de algodon,
y lo pincharé sin compasión

Te he pinchado en el corazón
peligro de infarto en tu salón.
Hoy te cuesta mucho respirar,
tres o cuatro agujas al azar.
Coso tu muñeco de algodón
y lo pincharé sin compasión.

Tu muñeco en la olla exprés,
en el horno y en la moulinex.
El doctor te manda reposar,
nadie sabe por qué estás tan mal.
Coso tu muñeco de algodón
y lo pincharé sin compasión.
Coso tu muñeco de algodón
y lo pincharé sin compasión.



Pienso hacer vudú a todo aquel al que se le ocurra tocar mi coche... (al pobre le han roto ya un cristal y pinchado las cuatros ruedas en poco más de un mes mientras descansaba tranquilamente en la puerta de mi casa...)

Mejor :-)

Por fin fui a ver Babel. Me gustó.

Ayer salí y estuve en un concierto, a pesar de ser lunes, a pesar de tener mucho que estudiar.

Ya tengo mi entrada para la Noche Sabinera, a pesar de tener un examen al día siguiente.

Mi garganta está ya casi curada.

Creo que voy a poder con todo.

Claramente, de mejor humor...

Yo y mi mal humor

Planeo fiestas que se convierten en una reunión de amigos acompañada de un molesto dolor de garganta y que terminan en un taxi de vuelta a casa a las tres de la mañana. Me ilusiono con la idea de ir por fin a ver Babel y el plan se pospone a mañana -por culpa de mi garganta-, sin ninguna garantía de éxito. El lunes tengo concierto, pero será lunes y al día siguiente tendré que madrugar e ir a clase hasta tarde. Todo esto hace que mi humor empeore por momentos y que cualquier excusa sea buena para quejarme. Espero que al menos esta noche gane el Barça...

Un invierno atípico

La culpa la tienen los dos inviernos pasados. No me creo que este año las cosas vayan bien, tiene que haber alguna trampa. Dicen en la tele que este invierno es el más atípico de los últimos nosecuántos años: la nieve ha cambiado sus destinos habituales por otros impensables, la gente se baña en las playas y da paseos en mangas de camisa... el tiempo está loco. Tal vez eso también me afecta a mí y este febrero podré enfrentarme a los exámenes en condiciones óptimas y tal vez tenga suerte e incluso salgan bien. No me importaría. Mientras tanto impera en mí la desconfianza y el mal humor.

A mes y poco del final

Me paso el día pensando en cosas que me gustaría escribir y las palabras salen en los momentos menos apropiados. Cuando me voy a dormir mi mente sigue trabajando y cuando debería trabajar, se duerme. No salgo pero salgo porque ningún día llego pronto a casa, pero tampoco excesivamente tarde. El concepto de salida ha cambiado mucho de un año a esta parte. No sé si eso me gusta, pero si he decidido hacer las cosas bien por una vez en cinco años... no me voy a rendir ahora, a mes y poco del final. Pero cuesta, cuesta mucho. No estoy mal, pero no se puede ser madura todo el rato, una a veces tiene berrinches de niña pequeña sin saber muy bien por qué. Aunque lo que sí puedo decir es que ahora se dan mucho menos a menudo que antes, aunque más frecuentemente que en un futuro, o eso espero.

Esta semana ha tocado volver a la dura realidad... clases y más clases, trabajos y más trabajos, sueño, cansancio, ganas de salir de fiesta, de gritar, saltar, llorar, ganas de muchas cosas. Pero he decidido que lo voy a hacer bien... y este año no puedo fallar. No me puedo fallar. Así que me tendré que aguantar, al menos 36 días más.

A tres días para Reyes

Mi día de hoy se resume en dos actividades: la creación de un guión técnico y la compra de regalos de Reyes. Hasta esta tarde pensaba que el día de Reyes era mi favorito dentro de estas fiestas, pero estoy empezando a cambiar de opinión. Me encanta recibir regalos, supongo que como a todos, y también regalar cuando tengo claro el qué. Pero claro, no saber qué regalar se convierte en un gran problema a 3 días del Gran Día. En fin, he salido del paso como he podido y espero que aquellos a los que haré regalos lo sepan apreciar.

El libro-blog

Leo el libro de Bret y a ratos me gusta y a ratos me incomoda. Genera en mí una especie de rechazo porque no guardo un gran recuerdo de toda esa época. No es culpa de nadie, supongo, solo de las circunstancias. Me sentía pequeña, atacada y llevaba detrás todos los desastres que me había regalado 2005. No me quejo, no fue para tanto. No era infeliz, solo estaba perdida. Hay cosas peores, claro que sí, pero supongo que estos últimos días me he visto obligada a recordar y estoy más sensible. Aún así creo que el libro-blog es un gran libro. Pero es imposible ser objetiva. En cualquier caso, si dentro de unos meses descubren en algún lugar un libro que se titula "Cuando las cosas dejaron de tener sentido", cómprenlo, no les defraudará.

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Feliz

Me siento eficiente. Me queda casi una semana de vacaciones y ya tengo escritos gran parte de los trabajos que necesitaba para el 8 de enero. Supongo que hace un año mi vida era más divertida. Salía mucho más, pasaba mi tiempo libre de bar en bar, en conciertos... de juerga, en definitiva. Sin embargo me veía incapaz de escribir un guión o adaptar un relato, de sentarme y redactar cuatro folios en una hora o hacer una entrevista. Me sentía pequeñita, muy pequeñita. Hoy salgo menos (pero salgo), trabajo más, estudio más y soy mucho más feliz. Porque confío en mi capacidad para llegar a algo, porque a veces es inútil lamentarse creyendo que el problema es la falta de talento ya que el talento, generalmente, sea mayor o menor, debe saber utilizarse. Todo consiste en sentarse y aprender. Y confiar en uno mismo, claro.

El día después

Un día de Año Nuevo a las 11 de la mañana la ciudad duerme la resaca de los excesos de la noche anterior. Ya no se escuchan los petardos de las dos de la madrugada... 2006 fue el año de celebrar la Nochevieja el 3 de noviembre y casi no celebrarla el 31 de diciembre. Hoy solo se escuchan crónicas de la gran fiesta de la noche anterior y yo me limito a decir que "lo pasé bien", pero sin dar demasiadas explicaciones que la gente tal vez no entendería. Cada vez me gusta menos tener que dar explicaciones. Sí, lo pase bien, muy bien. Hice lo que quería hacer porque a veces uno no puede seguir el ritmo de lo que ocurre a su alrededor. Porque a veces la gente no tiene ganas de fiesta... aunque sea Nochevieja. Y no pasa nada porque espero tener otros muchos fines de año y celebrarlos, si me apetece.